Las imperfecciones en los envases de vidrio vacíos, ya sean retornables o incluso recién salidos de fábrica, pueden resultar fácilmente en productos dañados o desperdiciados. La inspección de botellas vacías se produce entre la lavadora y la llenadora, garantizando que ningún líquido residual, objeto extraño o vidrio dañado entra en contacto con el producto.
La pared lateral externa se refiere a la superficie exterior de un envase, generalmente por debajo de la rosca y encima de la base. Esta superficie externa a menudo puede estar visiblemente rayada o astillada, sobre todo en envases retornables de vidrio o PET. Aunque daños en la pared lateral externa difícilmente contaminen el producto en sí, un envase con exterior defectuoso es la indicación de bajas normas de calidad más evidente para el consumidor final.
Se capturan doce imágenes a intervalos de 30°, mientras las botellas rotan pasando por la ventana de inspección, lo que permite una inspección sumamente minuciosa con un mínimo de falsos rechazos.
La base de una botella sufre el mayor desgaste durante la vida útil del envase y se raya y astilla fácilmente. Inspeccionando minuciosamente la base del envase vacío por dentro y por fuera, se evita que los envases defectuosos y el producto contaminado lleguen al mercado.
El interior de la pared lateral de la botella se compone de todas las superficies internas desde la base hasta el cuello. Los daños a estas superficies pueden ser difíciles de ver con el ojo humano, pero pueden criar moho en el interior o desprender vidrio dentro del producto después de ser llenado.
La rosca de la botella se refiere a la moldura en la parte superior del cuello donde la tapa se puede enroscar en su lugar. Una rosca mal formada o dañada puede dar como resultado defectos en la colocación de tapas, derrames y productos contaminados.
El acabado de una botella o envase es la superficie superior sobre la que se aplica la tapa. Para los envases de vidrio retornables particularmente, esta superficie puede astillarse fácilmente estando en el mercado o durante el proceso de lavado y causar problemas el sellado y en la colocación correcta de las tapas. Si un acabado astillado llegara a volver al mercado, los bordes afilados pueden lastimar al consumidor final.
Sin una inspección adicional, los residuos cáusticos y objetos (como moho, colillas de cigarrillos o popotes) no expulsados durante el proceso de lavado pueden permanecer dentro de los envases retornables al pasar por la llenadora y ser enviados de vuelta al mercado.
Tecnología RLD de radiofrecuencia (RF)
Detecta cantidades mínimas de productos cáusticos, incluso una vez secos.
Tecnología RLD infrarroja (IR)
Detecta aceite, pintura, gasolina y otros líquidos y objetos con baja conductividad.
La más reciente evolución de la larga línea de sistemas integrales de inspección de botellas vacías de FILTEC.
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